Trudy, la hija actriz del viejo Gesell que rompió los moldes de su época
Desde ayer, la Alameda 205 lleva el nombre de una de las tres hijas mujeres del fundador de la ciudad. Fue conocida por el Churrinche y también por su belleza cautivante, aunque también tuvo una intensa carrera en el cine. Lo contó en esta entrevista con el diario Hoy de La Plata, ciudad donde vivía, que aquí reproducimos.
noticias@gesell.com.ar | Su nombre se asocia a uno de los centros turísticos más importantes del país. Sin embargo, ella tiene su propia historia, que se multiplica en cientos de anécdotas, fechas y personajes. Se llama Trudy Gesell y es una de las hijas del fundador de Villa Gesell. De profundos ojos claros, posee una mirada limpia y tranquila que invita a la charla sin pausa.
Se disculpa por «hablar mucho», pero son tantas las cosas que tiene para contar que es imposible ir despacio. Fue una de las primeras mujeres que realizó publicidades en televisión, cuando los avisos iban en vivo y había que tener más que una cara bonita, mucha seguridad y soltura. «Para las actrices era como bajar de categoría hacer los avisos, por eso los rechazaban y las locutoras radiales no se animaban a aparecer en cámara. Para mí era todo un desafío y además muy divertido».
Ursula W. Gesell, nació en Berlín durante uno de los viajes que realizaban sus padres a Alemania donde residían sus abuelos. Con la serenidad que sólo da la certeza de haber vivido libremente, de haber construido su destino, Trudy confiesa que tuvo una vida «muy original».
«A los catorce años estudiaba escultura y pintura con Ricardo Sánchez y, como necesitaba quien decorara las piezas que él realizaba, comencé a trabajar». A partir de ese momento se volcó al trabajo creativo y artístico. También realizó publicidades gráficas para importantes marcas : Pirex, Palmolive, Bols, Shell, Pozzi, Grafa y Estrella.
Mientras acaricia uno de los tantos gatos que tiene en su casa (treinta en total) hace memoria y relata cómo llegó al cine. «A los diecinueve años, me presenté a un concurso para trabajar en la película La serpiente de cascabel con Juan Carlos Torry y María Duval; de mil quinientas chicas quedamos veinticinco». Así llegó a participar de veintiocho películas durante la «Epoca de oro del cine argentino».
Conoce algunos secretos, cuántos años tiene Mirtha Legrand o cómo fueron los inicios de Pinky, quien la reemplazó en una publicidad cuando ella se fue a Europa. La independencia económica fue fundamental y para la época en que vivió significaba romper con los destinos que se le imponían a la mujer: casarse y tener hijos.
Cuando la conversación se hizo más distendida, el tema del amor y el casamiento tuvo su aparte. «Nunca me casé porque no quise», afirma Trudy quien recuerda que su madre le decía que tuvo «demasiado para elegir». Seguramente, habrá sido así porque belleza no le falta; su piel aún es lozana y fresca aunque ella diga que tiene arrugas. No habrá sido nada fácil, era hermosa, inteligente, tenía un respaldo económico, un botín preciado para ambiciosos.
Hoy pasa sus días en el parque de la quinta «Arco Iris», en Villa Elisa, entre animales, rodeada por árboles y flores que le dan al lugar un aspecto muy apacible. «Amo la naturaleza, por eso quiero que llegado el momento me cremen y dejen mis cenizas en este lugar, entre los árboles».
(Entrevista publicada por el diario Hoy de La Plata el 29 de febrero de 2004)