40 años de Atlético: el rol social detrás del éxito deportivo
De copas puede vivir un equipo, pero un club necesita algo más que resultados para lograr su cometido en una comunidad. Un breve repaso por la historia de una institución que llega a las cuatro décadas con sueños cumplidos y proyectos futuros.
A lo largo de sus 82 años,
Aunque sin tanta antigüedad como la mayoría de aquellos, Atlético hizo su camino de la misma forma que los colegas de la zona: con el trabajo de esfuerzos desinteresados e individuales. Impulsados más por la filantropía que por la ambición: Con desaciertos humanos, desde luego, pero siempre con la noble ambición que persigue toda institución de bien: la de hacer un aporte que enaltezca a la comunidad que integra. Que la honre y que la mejore. En este caso, a través del fútbol, uno de los fenómenos culturales más representativos de nuestra sociedad.
Toda historia de club vocacional incluye momentos angustiantes, y los de Atlético tal vez hayan sido aquellos vinculados con la construcción de su estadio y la posesión de las tierras. Una larga odisea que comienza en sus mismos orígenes, a principios de los ’70, y se prolonga a lo largo de treinta años. Una fallida sociedad con una empresa privada, expropiaciones municipales, una deuda inesperada y un complejo litigio judicial expusieron al club al riesgo de perderlo todo. Finalmente, aquella situación fue resuelta y Atlético al menos pudo conservar el estadio y sectores adyacentes.
Aquel arreglo final solo le dejó un cuarto de su posesión original (en la que se incluía el extenso Polideportivo y el tanque de agua de Boulevard), aunque por primera vez logró que algo le perteneciera de manera constante y sonante. En ese entonces, promediando los ’90, el club concentraba -entre
No es casualidad que los momentos deportivos más importantes hayan coincidido con etapas de evolución institucional. El primer campeonato de 1973 jerarquizó a Atlético en el ámbito del incipiente fútbol geselino, la era ganadora del 89-95 despertó un inédito interés en las nuevas generaciones (impulsando como nunca las divisiones inferiores e infantiles), el inolvidable pentacampeón del 2004-2007 fue contemporáneo a nuevas instalaciones (el SUM y la cancha cubierta), y el actual proceso, que arrancó en 2012 y ya suma cuatro títulos, encuentra a un club expandido más allá del fútbol, a través del hockey y del vóley. Lo que sigue es la inminente inauguración de la sede social.
Aunque venía participando en
En pocos días se cumplirán 40 años de aquella fecha y los objetivos trazados hace cuatro décadas parecieron ser premonitorios. Todos y cada uno de ellos son, hoy, una característica que define al club. Ese es el verdadero secreto de su éxito. A su manera, Atlético influyó en la identidad de la ciudad. Una institución que se instala en una comunidad para ofrecer un rol de formación y contención social es victoriosa aún cuando transcurran siglos y siglos sin ganar un solo partido.