Suenan las campanas: ha vuelto el boxeo a Villa Gesell
El pugilato regresó a nuestra ciudad de la mano de Mauricio Pereira, ex profesional e hijo del legendario Rodolfo, quien se desempeña como entrenador en el Polideportivo. Allí organizó un interesante festival el sábado.
noticias@gesell.com.ar | Villa Gesell y el boxeo. Una relación tallada por muchos puños y consagrada por Héctor Velazco, animador de innumerables veladas y campeón mundial de los Medianos en 2003. Antes de obtener la faja emérita de
No es casual que detrás de todo esto se encuentre Mauricio Pereira, el otro gran protagonista de aquella generación. Aunque no tuvo la suerte de Velazco de congraciarse con un título, Pereira llevó adelante una respetable carrera en la que llegó a permanecer invicto durante trece años (la única derrota de su carrera fue en el mítico Luna Park). El Artillero y Mauricio fueron las dos grandes creaciones de Rodolfo Pereira, padre del segundo y legendario entrenador geselino de la década del ’90. Hasta ese entonces,
Hoy, Mauricio honra la memoria de su padre retomando el trabajo que había iniciado aquel. Aunque ya no en Las Cabriadas, sino en el Polideportivo, donde entrena a quienes (como él dos décadas atrás) inflan sus sueños dándole a la bolsa o haciendo fintas debajo de la soga horizontal.
La primera manifestación pública de esta nueva era se produjo el sábado pasado en un festival amateur que congregó a siete guantes locales. El cuadrilátero local se desempolvó para volver entre las cenizas del tiempo. “El renacer del box” fue el slogan elegida por su organizador. Ninguna frase hubiese sido más justa que esa.
Ante un alentador marco de público, el festival ofreció siete combates amateurs, todos ellos protagonizados por un geselino y un rival de la zona costera. La cosecha fue favorable para los pupilos de Pereira, sobre todo con las victorias de Tomás Calvete (Mediano Junior), Mauricio González (Mediano Liviano) y Nahuel Liceri (Liviano Junior) y los empates de los Medianos Juniors Natanael Hereñú y Nahuel Cabral obtuvieron sendos empates. En tanto, el Crucero Adrián Cruz y el Liviano Matías López cayeron por estrecho margen.
La noche del sábado trazó una velada histórica para el boxeo de Villa Gesell. Allí se combinaron la experiencia de Mauricio Pereira, la polenta irreverente de sus jóvenes pugilistas y el peso histórico que contiene el Polideportivo, uno de los ámbitos fundamentales del deporte en nuestra ciudad. ¿Será el inicio de una nueva era? Todo parece indicarlo. Ojala que así sea.