Los tres caminos que llevarán a los geselinos a ver al Indio

El ex cantante de Los Redondos se presentará el sábado en Tandil y, tal como vino sucediendo en sus últimos shows, habrá una importante cantidad de geselinos peregrinando hacia la que, se presume, sería acaso la última “misa” del Indio Solari. El detalle de las alternativas para llegar al Hipódromo de Tandil desde nuestra ciudad.

 

noticias@gesell.com.ar | Después de no tocar durante todo el 2015, el Indio Solari anunció su regreso a los escenarios y, como es habitual, multitudes de fanáticos se lanzaron a la peregrina tarea de conseguir entrada y planificar el viaje. El lugar elegida es Tandil y se espera un nuevo récord de convocatoria, teniendo en cuenta que hacía cuatro años que no tocaba tan cerca de Buenos Aires. Como si eso no bastara, sus declaraciones públicas del año pasado (hablando de “una enfermedad jodida que te caga la vida”) hacen cotizar ese morbo que sugiere que podría ser, tal vez, la última presentación en vivo del ex cantante de Los Redondos.

Como sea, gente de todo el país arribará a la cita del sábado próximo en el Hipódromo de Tandil, y muchos de ellos serán geselinos. Nuestra ciudad rinde un culto intenso a la mitología ricotera (y sus derivaciones) desde hace largo rato, ya que incluso en época de Los Redondos no eran pocos los que viajaban desde nuestra ciudad para seguir al grupo.

Aunque el fenómeno se amplificó con la etapa solista de Solari, a partir de aquel inolvidable debut en La Plata, en noviembre de 2015, con varias banderas de Villa Gesell. La fidelidad fue creciendo, incluso ante desafíos tales como los de viajar a Salta, San Luis ó Mendoza.

Ahora las cosas parecen menos exigentes: Tandil está a un palmo de distancia, permitiendo incluso ir y volver, evitando el ajetreo de buscar alojamiento. Son tres las opciones para ir.

El camino más directo es aquel que conduce a Tandil por la ruta 74, la cual se toma después de Pinamar, como si se viajara rumbo a Buenos Aires. Con la diferencia que, a la altura de la rotonda de Madariaga, en vez de desviarse por la 56 (que conduce a Conesa), se permanece por la 74 hasta Tandil. Son 240 km en total, en una ruta de mano simple sin peajes que no lleva más de tres horas. Eso, en condiciones normales. Aunque probablemente ese camino sea el más transitado, con lo cuál la marcha se volverá más larga y lenta.

Pero hay dos alternativas para tener en cuenta. Una es seguir por la 74 y desviarse en Ayacucho, 80 kilómetros antes de Tandil, para hacer un rodeo por la ruta 50 (casi hasta Rauch) y la 30, que lleva al destino final. Si bien el viaje se termina estirando hasta los 300 kilómetros, se evita ese tramo final de 80 kilómetros en el que derivan también los vehículos que vienen de capital.

Esa opción no es mala, aunque hay una tercera que puede ser clave para los geselinos: bajar por la Ruta 11 hasta Mar del Plata (40 de los 100 km son de autovía), entrar a la ciudad y salir por la ruta 226, que también es autovía en los 60 km rumbo a Balcarce, para terminar con 100 km de mano simple en dirección a Tandil.

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