AGUAVIVAS GESELINAS
Aguavivas Geselinas IX: El Viejo
“Así es este mar: a veces nos lleva, a veces nos trae”, dice el protagonista de este cuento de Mariano Arribillaga. El Viejo, como el pasado, no quiere irse. Está vivo y presente, al otro lado de las olas.
Aguavivas Geselinas X: Acerca de los extraterrestes en Villa Gesell
¿Qué vale más?: ¿Lo que dice la ciencia a 10 mil kilometros de distancia o lo que acabó de ver un vecino en la casa de al lado? No son pocos los que acreditan este fenómeno y lo cuentan en la mesa de un bar. Otros, en cambio, descreen de esto y prefieren sentarse cerca de la ventana. “Van a venir cuando no los miremos, así que hay que estar atento”, dicen.
Aguavivas Geselinas I: El baldío
De una final perdida a otra final perdida no sólo hubo casi dos décadas y media de diferencia. La evidencia es aquella esquina en 104 y 3 que ya no es lo que antes era. Un cuento de Mariano Arribillaga.
Aguavivas Geselinas VIII: Gloria y ocaso de Aserrín Zabaleta
Lejos de las marquesinas de la Primera División, el fútbol local construyó sus propias leyendas mezclando alegrías y lamentos, gritos y silencios, conquistas y revanchas. La del eximio goleador Roberto Zabaleta es apenas una de todas ellas.
Aguavivas Geselinas VII: La noche en la que caerán todas las estrellas
Una noche, cansadas de tanto ser anheladas e invocadas por los poetas y los soñadores, las estrellas tomaron la decisión de bajar del cosmos. Pero, sin que nadie lo percibiera, algo se mantendrá imperceptible en el cielo.
Aguavivas Geselinas VI: Doblando la esquina
Entre calles maltrechas por la lluvia y la oscuridad de la noche, una inesperada aparición alienta intrigas y una reflexión inquietante: ¿cómo se enfrentan los demás al extraño y complejo idioma de la soledad?
Aguavivas Geselinas V: Desde el Norte
El verano es época de invasión. Desde turistas, hasta sombrillas, carpas y demás dispositivos para aplacar al caluroso viento norte. Hasta que intempestivas ráfagas del sur dejan a la playa desierta. O casi.
Aguavivas Geselinas: Todo depende (Capítulo I)
Un viejo llega en tren a una estación en el medio de la nada (que tal vez pudo haber sido Juancho o Macedo) y se encuentra con olores y colores que no son tales; aquí, la primera entrega de este cuento de Julie Alvarez.
Aguavivas Geselinas: Todo depende (Capítulo II)
El viejo necesita quedarse en el pueblo y encuentra un hotel donde la memoria se confunde con un presente extraño, ¿acaso es posible “desrecordar”?; aquí, la entrega final de este cuento de Julie Alvarez.
Aguavivas Geselinas IV: Elogio del mar
Los fluidos del vientre materno, el océano que trajo a los inmigrantes, el agua bendita del bautismo o la pileta de la colonia; el agua se inscribe en nuestro código genético de infinitas formas… ¿será por eso que siempre buscamos volver a ella?