Cierra el cine Atlantic, sala de muchos momentos históricos
Acuciado por la pandemia y las temporadas anteriores, fue puesto en venta el local donde funcionó la primera sala de cine de la ciudad. Fue lugar de estrenos durante largas temporadas. Y también de hechos fundantes, como la reunión de vecinos donde se coció el recordado Geselazo.
Las causas fueron numerosas. Por empezar, la pandemia. Y, de arrastre, temporadas que no habían sido del todo buenas. Encima, simultáneamente pujaba una situación propia de la industria del cine: el avance de nuevas formas de consumo a demanda y desde casa. A través de distintas prestaciones, los dispositivos digitales entraron a competirle de lleno al tradicional hábito e ir a una sala. El estallido por Covid solo aceleró un proceso que ya se venía dando previamente.
Como sea, el cine Atlantic, el primero que tuvo Villa Gesell, acaba de colgar cartel de venta. Una situación que se repite en otros lados, también. Y desde antes de la pandemia.
Quedan en esas salas vacías tantas historias como las que aún perduran en los viejos cine-teatro de Capital Federal, convertidos decenas de ellos en templos religiosos. En los años 60’, cuando la Villa comenzó a recibir su primera gran ola turística, el Atlantic se erigió como el primer cine del pueblo.
Atlantic fue el primero de los seis cines que tuvo Villa Gesell. El pionero y estudioso de la historia local, Guillermo Ahlmark, comentó meses atrás en redes sociales: “El primer cine fue el Atlantic, al aire libre, en 105 y 3. Luego edificaron en 105, entre 3 y 2. Luego vino el Quick, en 3 casi 109. Seguido, el San Martin, en el primer piso de Galería Combo, 3 y 105. Detrás el autocine, en la entrada, casi Circunvalacion. Atrás el Gran Gesell, en 3 y 120 y, por último, después del 70’ el Atlas, en 108 e/3 y 4”.
Muchas generaciones pasaron por el hall de entrada y las butacas de cuero del cine Atlantic. Numerosos geselinos y turistas descubrieron películas en ese lugar que conservó hasta su final la misma pantalla “flotando” en el centro de la pared.
Pero el lugar también remite a un momento fundacional de la historia doméstica: allí, en el Atlantic, fue donde el martes 2 de junio de 1970 una asamblea de geselinos dio inicio a lo que concluiría en el Geselazo, cuenta regresiva hacia la autonomía promulgada nueve años más tarde. Mucho de lo que sucedió de allí en más fue determinado (o, por lo menos, pergeñado) aquella noche en el cine.
Relegado de la 3 (como el Quick, el San Martín o el Gran Gesell), el Atlantic igualmente atestiguó en toda su historia el crecimiento del paseo 105 en el tramo más neurálgico y céntrico. Fue inaugurado al lado de lo que entonces era la estación de servicio de la ESSO, luego “mudada” al Boulevard Silvio Gesell. En lo sucesivo, el cine vio pasar bares, hoteles, boliches, restaurants, salas de rock, comercios varios, incluso playa de estacionamiento y hasta un pequeño parque de diversiones. Fueron seis décadas frente a una de las cuadras más importantes del verano geselino.
A lo largo de todos esos años, el Atlantic siguió manteniendo su estructura “de época”. Lo cual hizo que quedara ligeramente relegado por otras salas más nuevas o actualizadas. Sin embargo, el cine siguió ofreciendo estrenos hasta antes de la pandemia.