COTEL abre una nueva era en Gesell con la fibra óptica de hogar

Después de cuatro años de trabajo, la cooperativa geselina inaugura la primera red local de fibra óptica doméstica. Esto supone un importante salto tecnológico para la ciudad, ya que mejorará los servicios vigentes e incorporará otros nuevos.

Villa Gesell acaba de dar un paso muy importante en su corta historia de telecomunicaciones. La inauguración de la primera red de fibra óptica doméstica representa el comienzo de una nueva etapa en la ciudad. A partir de ahora, la Villa asistirá a un notable avance tecnológico gracias al emprendimiento que la Cooperativa Telefónica de Villa Gesell inició hace cuatro años.

A diferencia de los tradicionales tendidos de cobre, la fibra óptica resulta mucho más beneficiosa, ya que es más resistente a contingencias climáticas, no produce radiaciones ni interferencias y resulta más liviana y flexible a la hora de manipularla e instalarla. Pero su principal virtud, sin dudas, es capacidad de transmitir grandes cantidades de datos a grandes distancias en velocidades superiores a las de los cables o la radio. Por todos esos motivos es que se convirtió en el medio de transmisión por excelencia de toda sociedad que busca dar el salto tecnológico hacia las comunicaciones del futuro.

La fibra óptica permite una velocidad de 100 megas, cifra descomunalmente superior a los apenas 5 del ADSL actual. Esta evolución no sólo permitirá optimizar sustantivamente los servicios de telecomunicaciones vigentes (telefonía e Internet), si no que también le abre paso a nuevas prestaciones, como la televisión. Resume uno de los conceptos fundamentales de la comunicación actual: conectividad múltiple, rápida… y simple. “La fibra óptica nos va a permitir brindar muchos servicios por el mismo ‘piolín’, por expresarlo de una manera gráfica”, define Antonio Roncoroni.

Según el presidente de COTEL, esta innovación permitirá actualizar las necesidades digitales que la ciudad viene requiriendo: “Hay una creciente demanda de Internet en todo el país, y eso hace sentirnos que tenemos una conexión cada vez más lenta. Incluso en Gesell, donde COTEL ofrece una velocidad superior al promedio nacional, la gente lo percibe de esa manera, sobre todo los comerciantes”. Roncoroni, que también preside la Federación de Cooperativas Telefónicas del Sur, sostiene que la “bajada” de fibra óptica a comercios, hogares y particulares “trae lo mejor de las grandes ciudades pero las mantienen lo suficientemente lejos, como para que sigamos viviendo tranquilos”.

La bajada particular es muy sencilla y requiere de un módem especial para fibra óptica. Después de testearlo en siete hogares de prueba, el servicio “Fibra al Hogar” comenzó a extenderse en el perímetro demarcado por la avenida Buenos Aires, la avenida 13, el paseo 107 y la playa. COTEL irá desplegando la red por el resto de la ciudad a lo largo de etapas semestrales.

La interesante novedad se dio a conocer en un acto realizado en la misma cooperativa geselina, al que asistieron importantes representantes de la actividad cooperativista argentina y hasta funcionarios nacionales, como el Secretario de Comunicaciones Norberto Berner, quien reconoció que “aunque se necesite una decisión política para el impulso de las telecomunicaciones, el sector cooperativo es fundamental porque viene resistiendo desde 2001 para poder prestar mejores servicios”.

Tal como señaló Berner, el cooperativismo fue una especie de reservorio moral en tiempos donde la legislación y el poder político favorecían casi exclusivamente a los sectores privados, el actor más poderoso de este mercado. Las recientes modificaciones de las leyes de servicios audiovisuales y de telecomunicaciones proponen nuevas reglas de juego, ofreciéndoles a las cooperativas y a las pymes una serie inédita de impulsos y garantías para fortalecerse frente a las grandes multinacionales con las que compiten en el rubro.

En ese nuevo escenario, COTEL pudo gestionar un beneficioso crédito a través del Bancio Nación para desarrollar esta red. El dinero no sólo fue invertido en el desarrollo tecnológico de la ciudad, sino también en el social, ya que la mano de obra de este largo trabajo fue cien por cien geselina. Aunque esto es el comienzo. El inicio de una nueva era para la Villa: la del salto tecnológico y digital.