El verano se anticipó con una invasión de violentas aguavivas
Uno de los días más calurosos del año se empañó por la intempestiva presencia de medusas venenosas sobre las costas de nuestra ciudad, expulsando a la gente del mar; mitos y verdades sobre los cuidados y peligros de las picaduras.
Un viejo refrán indica que la golondrina no hace al verano. Sin embargo, la presencia de aguavivas es señal ineludible de los calores propios de la estación que se avecina, ya que estos moluscos se mueven en aguas con temperaturas cálidas.
Así fue como en el día de ayer, la ciudad amaneció con centenas de aguavivas yaciendo sobre la costa, expulsadas por un mar que estaba repleto de ellas. Así lo comprobaron quienes se metían al agua para sofocarse del calor (que llegó a los 40 grados de sensación térmica) y rápidamente salían espantados por sentir el roce o, en el peor de los casos, el ardiente veneno que estas medusas inoculan en el cuerpo humano.
“Las aguavivas son normales cuando sopla el viento norte y cuando hace mucho calor, pero estas son muy raras, tienen unos filamentos azules y me hacen acordar a las que hay en el Mar Mediterráneo”, explica el guardavidas geselino Gustavo Krotsch, que trabajó varios años en Mallorca, España. Son muchas las opciones para mitigar el fuerte ardor que provocan las picaduras, y varias de ellas aún hoy se conservan como si se tratan de mitos difíciles de comprobar. “Uno de los mejores recursos es echarse vinagre sobre la herida, o también amoníaco con agua”, explica Gustavo. El amoníaco, como bien sabemos, es un componente que podemos encontrar, por ejemplo, en la orina.
El ardor de la aguaviva es provocado por el ácido fórmico que estas tienen en sus filamentos, que genera una quemadura. Ante una situación de estas, los especialistas recomiendan salir inmediatamente del mar y evitar rascarse, lavar la zona de la picadura con agua de mar, de ninguna manera frotar la piel con arena ni lavar con agua dulce (porque esto dispersa la toxina y aumenta la irritación), no aplicar hielo directamente sobre la piel porque al estar hecho con agua dulce es peor, colocar vinagre en la zona herida para desecar los restos de tentáculos (esto calmará el ardor) y, si la situación es delicada, no dudar en acercarse a una guardia médica. Tampoco se descartan el uso de Caladryl y analgésicos.
Distintos factores aumentaron la población de aguavivas en nuestras cosas. Uno de ellos es la pesca indiscriminada que elimina especies que usualmente se alimentan de aguavivas, lo cuál hizo que estas medudas extendieran su zona de influencia, originalmente delimitada entre Necochea y Monte Hermoso, y ahora difundida hacia el norte de la Costa Atlántica.