Gillespi y una curiosa anécdota con Divididos y Charly en Gesell
El trompetista recordó el verano en el que Divididos y Los Piojos hicieron base en un pub sobre la playa geselina llamado Toulouse. En una de esas calurosas noches de 1989, además, se apareció de imprevisto Charly García, quien protagonizó una inolvidable historia.
Por J.I.P. | Hoy sería imposible imaginar a Divididos y a Los Piojos tocando todas las noches de verano en un pequeño pub geselino sobre el mar. El tiempo las convirtió en dos de las bandas más populares y movilizantes del rock argentino. Pero antes de que eso sucediera, efectivamente compartieron escenario en Villa Gesell.
Los Piojos habían pactado tocar durante todo enero de 1989 en Toulouse, un bar frente a la playa sobre la hoy extinta Avenida Costanera, cerca del Paseo 111 (más precisamente entre el Hotel Intersur y el Balneario Eliseo). Divididos, en tanto había hecho similar arreglo con el pub, pero para febrero.
Toulouse era un pequeño lugar que de todos modos sirvió de mucho para ambas bandas, ya que estaban recién formados y necesitaban tocar seguido y mostrarse públicamente. Como tantos otros, estos dos grupos también eligieron Villa Gesell para hacer su primera temporada de rock.
El conocido tompetista Marcelo Gillespi fue parte de aquella formación inicial de Divididos, cuyo repertorio constaba de las canciones de “40 dibujos ahí en el piso”, el primer disco del novel grupo, más algunas versiones de Sumo, ex banda de Ricardo Mollo y Diego Arnedo, líderes del nuevo proyecto.
La conexión con Los Piojos se dio cuando estos tocaron algunas noches antes de Divididos, a modo de banda soorte. Gillespi recuerda a Los Piojos como “la combinación de una sólida banda y un frontman con un enorme potencial. Andrés Ciro cantaba bien, bailaba, tocaba la armónica, actuaba, imitaba a Pepe Biondi y podía resistir más de dos horas de shows sin perder el magnetismo”.
En una entrevista al diario La Razón, el trompetista también contó una curiosa anécdota vivida con Charly García en aquel verano geselino. “Apareció en el pub mientras estábamos tocando con Divididos y todo un murmullo del público resultó el anticipo de lo que pasaría después –describe el trompetista-. La figura desgarbada de Charly emergería de entre la agolpada multitud y aparecería en medio del escenario. Pronto agarró el micrófono y ensayó algunas estrofas de “Mr. Jones”, el clásico rockero de Sui Generis. Divididos resultó ser una aguerrida base de acompañamiento… y, de ahí al caos absoluto, bastaron un par de minutos: Charly, tambaleante, pisó todos los pedales de Mollo (una docena de aparatitos distribuidos en el piso). Incluso los desconectó y el show tuvo que detenerse hasta solucionar el inconveniente. Charly volvió a ser tragado por la multitud y, según dicen, salió caminando por las calles de arena y maldiciendo a todos. Una escena dantesca”.