La vez que Kirchner vino a Gesell a ofrecer algo que nadie creía
El 25 de mayo se cumplieron doce años de la asunción de Néstor Kirchner, el último Presidente de la Nación que estuvo en nuestra ciudad. Ofreció una charla en noviembre de 2002 de modesta concurrencia, ya que en ese entonces las encuestas aún no lo ubicaban entre los favoritos.
noticias@gesell.com.ar | Varios presidentes argentinos pisaron suelo geselino en pleno ejercicio de sus funciones. Acaso el más recordado sea Arturo Frondizi, quien llegó caminando por la playa desde la vecina Ostende, donde tenía una casilla de madera frente al mar. No fue el único: también estuvieron presidentes de facto como Roberto Levingston y Agustín Lanusse, y también Carlos Menem, en 1995, cuando aspiraba a ser reelecto.
La lista, hasta ahora, se cierra con Néstor Kirchner. Si bien Kirchner no vino como Presidente, la visita se produjo en el marco de la campaña que lo ungió como tal, el 25 de mayo de 2003. Nunca había sucedido en Gesell algo con esas mismas características.
Kirchner vino a fines de noviembre de 2002. En ese entonces era Gobernador de Santa Cruz y había hecho públicas sus intenciones de presentarse a las elecciones presidenciales del año siguiente. Aún no se había aliado a Eduardo Duhalde y estaba muy desplazado del aparato justicialista, dominado por el propio Duhalde, el presidente saliente, y por Carlos Menem, uno de los aspirantes a sucederlo. En consecuencia, las encuentras y sondeos de ese tiempo no lo ubicaban en posiciones alentadoras. No era todavía un candidato instalado y reconocido públicamente.
Ante una concurrencia modesta, Kirchner ofreció una charla en el Hotel Intersur, acompañado por el exconcejal geselino Jorge Couyoupetroy y por el entonces senador provincial Luis Ilarregui. El santacruceño se refirió a diversos temas de la agenda política y periodística del momento (según refleja una crónica del semanario El Fundador) aunque curiosamente no apuntó sobre Derechos Humanos, una de las prioridades fundantes del kirchnerismo una vez en el poder.
Lo cierto es que ninguno de los asistentes a esa charla imaginó que tan solo seis meses después, aquel orador se convertiría en el Presidente de